sábado, 20 de febrero de 2010

Henri Michaux - Costumbres de los dioses







Allá los dioses todavía acostumbran respetar el pacto que los une a la tierra.
Desdichado el hombre impulsivo, interesado o cruel que no pudo resistir la tentación de matar una criatura del bosque.
Cuando el animal es aniquilado, los dioses piadosos le conceden el don del habla a los suyos a fin de que puedan acusar al asesino y sostener la acusación durante el juicio.
Por cierto, el cazador no escapará fácilmente -pues cada animal tiene una familia numerosa y todos hablarán.
Tras el juicio, los animales pierden el habla y se dispesan con sencillez.

Henri Michaux, Antología poética 1927-1986, Adriana Hidalgo editora
Trad. Silvio Mattoni