jueves, 28 de enero de 2010

Balada del concurso de Blois






Estoy muriendo de sed junto a la fuente;
caliente como el fuego, tirito de frío;
en mi país estoy en tierra lejana;
junto a un brasero tiemblo, aunque ardo;
desnudo como un gusano, vestido como presidente,
río entre llanto y espero sin esperanza;
me reconforto en triste desesperación;
me divierto y no hallo ningún gozo;
soy poderoso sin fuerza ni poder,
bien acogido, de todos rechazado.

Nada me resulta seguro, sino lo incierto;
ni oscuro, sino lo que es muy evidente;
no tengo dudas, salvo una cosa cierta;
considero la ciencia como accidente repentino;
todo lo gano y sigo siendo el perdedor;
al amanecer digo: "Dios me dé buena noche."
Tumbado de espaldas, tengo miedo de caer;
tengo riqueza y no poseo nada;
espero una herencia y no soy heredero de nadie,
bien acogido, de todos rechazado.

Nada me preocupa y pongo mi esfuerzo
en adquirir bienes que no me interesan;
quien mejores palabras me dice, es quien más me hiere,
y quien más me dice la verdad, más me engaña;
mi amigo es quien me hace saber
de un cisne blanco que es un cuervo negro;
y quien me hace daño, creo que me ayuda;
mentira, verdad, hoy me es todo uno;
lo recuerdo todo, no sé expresar nada,
bien acogido, de todos rechazado.

¡Príncipe clemente! Plúgaos saber ahora
que oigo mucho y no tengo sentido ni conocimiento:
soy de una facción y me someto a todas las leyes.
¿Qué más sé? ¿Qué? Recuperar mis bienes,
bien acogido, de todos rechazado.

François Villon, Poesía, trad. Carlos Alvar, Alianza

1 comentario:

Anónimo dijo...
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