sábado, 28 de diciembre de 2013

Clara Janés - Orbes del sueño


      
       
      
                   variación Ekelöf


hay que continuar
a otras esferas
viviendo allí esta vida
ya que no hay otra vida
las vespertinas nubes
las estrellas
los mundos habitados
los invisibles muertos
los remotos
espejos


Clara Janés, Orbes del sueño, Vaso Roto, 2013

domingo, 15 de diciembre de 2013

Denise Levertov - A las islas por tierra


   

 
  
Vamos –como ese perro
absortamente errático. La
luz mexicana de un día que
"huele como otoño en Connecticut"
crea iridiscencias sobre el
brillante pelo negro –y también eso es
según nos gustaría –un fulgor
al compás de la danza.
                        Bajo las patas
rocas y barro, su imaginación, husmeando,
preso en sus percepciones –al bailar
de lado, sin que nada
resulte desdeñable para el perro
y aun así no interrumpa
su camino, cambiando
velocidad y enfoque mas
no el rumbo –"cada paso es una meta."



Overland to the Islands

Let's go –much as that dog goes,
intently haphazard. The
Mexican light on a day that
‘mells like autumn in Connecticut’
makes iris ripples on his
black gleaming fur –and that too
is as one would desire –a radiance
consorting with the dance.
                           Under his feet
rocks and mud, his imagination, sniffing,
engaged in its perceptions –dancing
edgeways, there's nothing
the dog disdains on his way,
nevertheless he
keeps moving, changing
pace and approach but
not direction –‘every step an arrival.’


Denise Levertov, Antología poética, ed. Cristina Gámez y Bernd Dietz, Hiperión, 2013

lunes, 9 de diciembre de 2013

Victoria Cirlot - Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa medieval



  
   
    
Una bofetada en forma de palabra, como emblema que condensa la decisión de Erec ante el suceso imprevisto que repentinamente pone en crisis sus identidad. En medio de la más completa dicha el mundo se derrumba ante sus pies. Una bofetada en forma de palabra, como los latigazos del enano felón al principio del relato, despierta a Erec de su sueño: la realidad se ha transformado, es diferente a lo que él creía; todo lo que ha hecho hasta el momento, no sirve; es necesario ponerse de nuevo en movimiento. La veloz comprensión de lo que ha ocurrido impulsa a Erec a una también rápida determinación, a una respuesta al ataque recibido, que no puede ser otra más que la acción, lo que en la novela artúrica se simboliza a través de la salida de la corte, y por tanto del lugar de la civilización y de la colectividad, y del internamiento en el bosque, el lugar de la soledad, del riesgo y del peligro, esto es, el lugar de la aventura.

Victoria Cirlot, Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa medieval, Siruela, 2007

domingo, 1 de diciembre de 2013

Ada Salas - Estelar (V)


   
   
                       
        
V


Lo que quiero decir
está ahí. Animal
que los ojos no ven
pero mueve las ramas.


Ada Salas, Limbo y otros poemas, Pre-Textos, 2013

domingo, 17 de noviembre de 2013

Nuno Fernandes Torneol - Lev'ad, amigo que dormide-las manhãas frias - (s. XIII)


 
       
   
     


Levad', amigo que dormide-las manhãas frias:
toda-las aves do mundo d'amor dizian.
     Leda m'and' eu.

Levad', amigo, que dormide-las frias manhãas:
toda-las aves do mundo d'amor cantavan.
     Leda m'and' eu.

Toda-las aves do mundo d'amor dizian,
do meu amor e do voss' en ment' avian.
     Leda m'and' eu.

Toda-las aves do mundo d'amor cantavan,
do meu amor e do voss' i enmentavan.
     Leda m'and' eu.

Do me amor e do voss' en ment' avian.
Vós lhi tolhestes os ramos en que siian.
     Leda m'and' eu.

Do meu amor e do voss' i enmentavan.
Vos lhi tolhestes os ramos en que pousavan.
     Leda m'and' eu.

Vós lhi tolhestes os ramos en que siian
e lhis secastes as fontes en que bevian.
     Leda m'and' eu.

Vós lhi tolhestes os ramos en que pousavan
e lhis secastes as fontes u se banhavan.
     Leda m'and' eu.




("Levantaos, amigo, que dormís las mañanas frías: todas las aves del mundo hablan de amor. Alegre ando yo... De mi amor y del vuestro se acuerdan ellas. Vos les quitasteis los ramos en que se posaban... y les sacasteis las fuentes en que bebían.")


Nuno Fernandes Torneol, Lírica española de tipo popular, edición de Margit Frenk, Cátedra, 1990

domingo, 10 de noviembre de 2013

Ezra Pound - Cantar LXXXI (fragmento)

                       
       
      
      
        

Lo que bien amas perdura,
                                           lo demás es escoria
De lo que bien amas no te privarán
Lo que bien amas es tu herencia verdadera
¿Mundo de quién o mío o de ellos
                                    o de nadie?
Primero vino lo visto, entonces así lo palpable
        Elysium, aunque fuera en las salas del infierno,
Lo que bien amas es tu verdadera herencia
De lo que bien amas no te privarán

La hormiga es un centauro en su mundo de dragón.
Humilla tu vanidad, no fue el hombre
El que hizo el valor, o el orden, o la gracia,
          Humilla tu vanidad, digo, humíllala.
Aprende del mundo natural el lugar que te puede corresponder
En invención a escala o verdadero arte,
Humilla tu vanidad,
                                Paquin ¡humíllate!
El casco verde ha sobrepasado tu elegancia.

"Domínate a ti mismo y entonces otros te acatarán"
          Humilla tu vanidad
Eres can golpeado bajo el granizo,
Urraca hinchada al veleidoso sol,
Medio negra, medio blanca
Y ni siquiera distingues el ala de la cola
Humilla tu vanidad
                          Cuán pequeños tus odios
Alimentados en tu falsedad,
                          Humilla tu vanidad,
Apresurado en destruir, avaro en caridad,
Humilla tu vanidad,
                          digo, humíllate.

Pero el haber hecho en vez del no hacer nada
                         esto no es vanidad
El haber, con decencia, llamado
para que Blunt abra
              El haber recogido del aire una viva tradición
o de un magnífico ojo anciano la llama invicta
Esto no es vanidad.
        Aquí el error está todo en lo que no se hizo,
todo en la timidez que titubeó...




What thou lovest well remains,
                                                  the rest is dross
What thou lov'st well shall not be reft from thee
What thou lov'st well is thy true heritage
Whose world, or mine  or theirs
                                              or is it of none?
First came the seen, then thus the palpalbe
         Elysium, though it were in the halls of hell,
What thou lovest well is thy true heritage
What thou lov'st well shall not be reft from thee

The ant's centaur in his dragon world.
Pull down thy vanity, I say pull down.
Learn of the green world what can be thy place
In scaled invention or true artistry,
Pull down thy vanity,
                                  Paquin pull down!
The green casque has outdone your elegance.

"Master thyself, then others shall thee beare"
        Pull down thy vanity
Thou art a beaten dog beneath the hail,
A swollen magpie in a fiftul sun,
Half black half white,
Nor knowst'ou wing from tail
Pull down thy vanity
                        How mean thy hates
Fostered in falsity,
                        Pull down thy vanity,
Rathe to destroy, niggard in charity,
Pull down thy vanity,
                       I say pull down.

But to have done instead of not doing
                       this is not vanity
To have, with decency, knocked
That a Blunt should open
                  To have gathered from the air a live tradition
or from a fine old eye the unconquered flame
This is not vanity.
        Here erros is all in the not done,
all in the diffidence that faltered...


Ezra Pound, Cantares completos, edición Javier Coy, Cátedra, 2000


          

sábado, 2 de noviembre de 2013

Yo soy la locura

Yo soy la locura (Henri du Bailly), Raquel Andueza

José Ángel Valente - Paisaje con pájaros amarillos


    
     
       
        
       

Yo creí que sabía un nombre tuyo para hacerte venir. No sé o no lo encuentro. Soy yo quien está muerto y ha olvidado, me digo, tu secreto.


José Ángel Valente, No amanece el cantor, en Material memoria (1977-1992), Alianza Editorial, 1999

sábado, 12 de octubre de 2013

Iñaki Uriarte - Diarios


     
   
    
   
He estado en la cárcel, he hecho huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incendió mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado en un coche. Fui amigo de alguien que murió asesinado y fue enterrado por los asesinos en su propio jardín. También conocí a un hombre que mató a otro hombre, y a uno que se ahorcó. Sólo es cuestión de edad. Todo ello me ha sucedido en una vida en general muy tranquila, pacífica, sin grandes sobresaltos.

Iñaki Uriarte, Diarios (1999-2003), Pepitas de calabaza ed., 2010

domingo, 6 de octubre de 2013

Julio Mas Alcaraz - El niño que bebió agua de brújula

 
      
    
    
     
IV


Miro hacia el cielo.

Cuando un suicida
se lanza desde una ventana
los dioses premian su valor.

A partir de ese instante

el aire que cruzó su cuerpo
será siempre un vacío absoluto
invisible al resto de mortales.


Julio Mas Alcaraz, El niño que bebió agua de brújula, Calambur, 2011

sábado, 28 de septiembre de 2013

Carlos Oroza - Malú

  
          
                
 

Parece entonces como si yo y yo fuésemos dos personas que se persiguen mutuamente.
Es en la evasión donde está el sentido de mi propia seguridad.
Oh eva
évame malú
évame malú

Hoy en ferragosto o julio triste prohibido e inasequible. Solo
Oh eva.
Évame eva.
Évame si me transito.

Era de noche por tus ojos de fiebre - ómnima por tus manos que me acarician.
Era extraño cómo subsistía por la noche cada noche deviniendo por mis pasos
para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.

Mi cuerpo contra mí - Tu boca caliente y sofocada -
conflúyete
abrázate
no rompas el silencio no toques la pared
me conforto en tu aliento
miro por tus ojos empujo por tus ojos
y me encuentro con las últimas cenizas.

Me dejo en libertad - ómnima mis pasos
y corro - corro por la playa hacia la casa abandonada.

No sé que hacer si estoy detrás de mí
tengo miedo tropezar tu cara
mirar tus ojos y verme divisado
aspirar tu aliento y verme subsistido
tropezar tus manos y verme aderezado
cariño eva évame.

Ómnima si mi pálpito se pierde por los trenes y pulula por los gemidos
mi pálpito pegado al viet dolorosamente ernesto a tu cintura nati
mismo
cuando me dejo en libertad
y corro corro - corro por la playa hacia la casa abandonada
ómnima
ómnima
ómnima
mientras subsisto extraño por la noche deviniendo por mis pasos
para encontrar dormido el cuerpo enfermo en la otra casa.

Oh eva
évame eva
évame si me transito

Intento translucirme malú para llevar contigo
Y no hay apoyo vital para afirmarme
Y es como llegar a mí malú contigo
Madre por una sola vez si me transcurres
Mientras subo o me adelantas la luz para llegar arriba
Por una sola vez una vez dos veces tres veces golpeándome en las sienes
Tus brazos retenidos en las sombras
Tu mano y tu latido
Tu voz poderosa desde abajo – contigua hacia el balcón
Para decir que ha muerto alguno en esta casa
Pudo haber muerto alguno en esta casa
Y es como llegar a mí malú contigo
Inmersa
Golpeando fuertemente desde abajo
Golpeando en la escalera
Metiendo tus manos tus codos tus brazos por los huecos
Golpeando la pared
Tremándome en la vértebra
Demorando mis pasos por las sombras.

Una vez me escupiste cenizas en los ojos
Y yo te dije
Sigue sigue sigue
Te me adelantas. Tengo miedo. Estás golpeando al mundo.
Pero tu me das malú – malú – malú
Malú para llegar arriba.

Oh eva - Evame - Eva - Évame si me transito.




Carlos Oroza, http://carlosoroza.blogspot.com.es

domingo, 1 de septiembre de 2013

John Burnside - Sobre un tema de Lucrecio (II)


     
      
       
    
II

                       UNA ausencia

Aunque las cosas mueran
en su propio cumplirse,
la vieja piel a un lado,
desechada y hermosa:

una forma vacía
pero regida por la luna,
como el hueso
o el deshielo;

y si somos las encarnadas
y mortales sombras de un alma
que gravita y discurre
bajo esta máscara

cotidiana, verdor
y deterioro nos obligan
a mirarnos el uno en el otro, aquí juntos
y dándonos la espalda, como amantes

incapaces de resistirse
a este flujo y reflujo: nuevos
animales, sin nada en la cabeza
excepto luz y aire,

las criaturas
de un súbito misterio,
que van con prisa
a lo difícil;




II

                     
                      AN absence.


Though each thing dies
into its own becoming,
the shed skin falling away,
still beautiful:

an empty form,
but governed by the moon,
like bone,
or thaw;

and if we are the fleshed
and perishable shadows of a soul
that shifts and slides
beneath this everyday

appearance, we are bound
by greenness and decay to see ourselves
each in the other, staying
and turning aside,

as lovers do, unable to resist
this ebb and flow:
new animals, with nothing in their minds
but light and air,

the creatures
of a sudden mystery,
who hurry on
towards the difficult;


John Burnside, Conjeturas y esperanza, trad. Jordi Doce, Pre-Textos, 2012

miércoles, 21 de agosto de 2013

Fernando Pessoa - Libro del desasosiego


     
   
        
   
Organizar de tal manera nuestra vida que sea un misterio para los demás, que quien mejor nos conozca, apenas nos desconozca más de cerca que los otros. Así he tallado yo mi vida, casi sin pensar en ello, pero tanto arte instintivo he puesto en hacerlo que para mí mismo me he vuelto una no del todo clara y nítida individualidad mía.

Fernando Pessoa, Libro del desasosiego, trad. Ángel Crespo, 1985

domingo, 28 de julio de 2013

El diablo cojuelo


     
     
       
     
yo soy las pulgas del infierno, la chisme, el enredo, la usura, la mohatra; yo traje al mundo la zarabanda, el déligo, la chacona, el bullicuzcuz, las cosquillas de la capona, el guiriguirigay, el zambapalo, la mariona, al avilipinti, el pollo, la carretería, el hermano Bartolo, el carcañal, el guineo, el colorín colorado; y inventé las pandorgas, las jácaras, las papalatas, los comos, las mortecinas, los títeres, los volatines, los saltambancos, los maesecorales, y, al fin, yo me llamo el Diablo Cojuelo.

Luis Vélez de Guevara, El diablo cojuelo, www.cervantesvirtual.com

miércoles, 17 de julio de 2013

Días - Philip Larkin


    
    
     
      
¿Para qué sirven los días?
Los días son donde vivimos.
Vienen y nos despiertan
una y otra vez.
Están para nuestra felicidad.
¿Dónde vivir, sino en los días?

Ah, para resolver esa cuestión
el médico y el cura
se ponen sus largos abrigos
y con prisas recorren los campos.






DAYS



What are days for?
Days are where we live.
They come, they wake us
Time and time.
They are to be happy in:
Where can we live but days?

Ah, solving that question
Brings the priest and the doctor
In their long coats
Running over the fields.


Philip Larkin, Las bodas de Pentecostés, trad. Damián Alou, Lumen, 2007

domingo, 7 de julio de 2013

Cartas de la monja portuguesa - Mariana Alcoforado



     
     
       
   
Adiós. Quisiera no haberos nunca visto. ¡Ah, me doy cuenta vivamente de la falsedad de este sentimiento y, en el instante en que os escribo, sé que prefiero ser desgraciada, al amaros, a no haberos visto nunca! Acepto, pues, sin protesta alguna mi adverso destino, ya que no habéis querido mejorarlo. Adiós. Prometedme que si muero de dolor me lloraréis tiernamente. Y que al menos la violencia de mi pasión os cause disgusto y os aparte de todo. Este consuelo me bastará y si es necesario que os abandone para siempre, no quisiera en modo alguno entregaros a otra. ¿Acaso no seríais muy cruel si os valierais de mi desesperación para volveros más atractivo y para vanagloriaros de haber inspirado la mayor pasión del mundo? De nuevo adiós. Os escribo estas cartas demasiado largas y no me preocupo lo bastante de vos, pero os pido perdón y me atrevo a esperar un poco de indulgencia para una pobre insensata que, como vos sabéis, no lo era antes de amaros. Adiós. Me parece que os hablo demasiado a menudo del insoportable estado en que me encuentro. Sin embargo, desde el fondo de mi corazón os agradezco el desespero que ma causáis y detesto la tranquilidad en que viví cuando no os conocía. Adiós. Mi pasión crece por momentos. ¡Ah, cuántas cosas tengo que deciros!

Mariana Alcoforado, Cartas de la monja portuguesa, trad. Enrique Badosa, Acantilado, 2003

domingo, 16 de junio de 2013

Álvaro de Campos - Tabaquería (comienzo)

           
      
       
         
           
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
(...)


Álvaro de Campos, Fernando Pessoa, Antología poética, trad. Ángel Crespo, Austral, 1991

domingo, 26 de mayo de 2013

Jules Supervielle - Un poeta


   
      
     
       
No siempre voy solo al fondo de mí mismo,
Pues arrastro connmigo a más de un ser viviente.
¿Piensan quienes entran en mis frías cavernas
Que lograrán salir tan siquiera un instante?
Como al hundirse el barco, en mi noche amontono,
Revueltos, a la tripulación y a los pasajeros,
Y en los camarotes les apago la luz de los ojos,
De los grandes abismos hago yo mis amigos.





Je ne vais pas toujours seul au fond de moi-même
Et j'entraîne avec moi plus d'un être vivant.
Ceux qui seront entrés dans mes froides cavernes
Sont-ils sûrs d'en sortir même pour un moment?
J'entasse dans ma nuit, comme un vaisseau qui sombre,
Pêle-mêle, les passagers et les marins,
Et j'eteins la lumière aux yeux, dans les cabines,
Je me fais des amis des grandes profondeurs.



Jules Supervielle, Vivir y quehacer del poeta, trad. Ramón Puig de la Bellacasa, Pre-Textos, 2009


domingo, 19 de mayo de 2013

Bernard Noël

        
          
         
          
        
cuando venga el día
mira quién se borra
en tus labios
cada nombre muere
en silencio



quand le jour viendra
regarde qui s'efface
sur tes lèvres
chaque nom meurt
en silence


Bernard Noël, Tres poetas franceses del siglo XXI, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, edición de Clara Janés

domingo, 12 de mayo de 2013

Charles Bukowski - Dog

  
          
       
        
          
a single dog
walking alone on a hot sidewalk of
summer
appears to have the power
of ten thousand gods.

why is this?


Charles Bukowski

lunes, 6 de mayo de 2013

Eloy Sánchez Rosillo - Adentro

                           
      
      
       
        
En el más hondo adentro
de cada cosa hay un silencio puro,
un lugar muy secreto e inviolable,
donde la mano palpa un agua antigua,
un regazo caliente.
No se accede allí nunca
por los trabajos de la voluntad,
ni porque el corazón así lo ansíe.
Se entra por gracia viva de lo vivo,
por acorde animal con lo creado.
Quien consigue asomarse sin esfuerzo
–con naturalidad, con inocencia
que acata y que no inquiere–
a esa oquedad colmada
podrá escuchar un algo que no es ya
la sola cosa misma,
el lenguaje o el alma propios de ella,
sino el latido unánime, enigmático,
que une entre sí lo múltiple y lo mueve,
una respiración que alienta en todo
y quiere ser oída para ser.


Eloy Sánchez Rosillo, Antes del nombre, Tusquets, 2013

sábado, 27 de abril de 2013

Diego de Torres Villarroel - Vida

   
       
      
         
         
Yo soy un mal hombre, pero mis diabluras, o por comunes o por frecuentes, ni me han hecho abominable ni exquisitamente reprehensible. Peco, como muchos, emboscado y hundido, con miedo y con vergüenza de los que me atisban. Mirando a mi conciencia, soy facineroso; mirando a los testigos, soy regular, pasadero y tolerable. Soy pecador solapado y delincuente oscuro, de modo que se sospeche y no se jure. Muchos disparates de marca mayor y desconciertos plenarios tengo hechos en esta vida, pero no tan únicos que no los hayan ejecutado otros infinitos antes que yo. Ellos se confunden, se disimulan y pasan entre los demás. El uso plebeyo los conoce, los hace y no los extraña, ni en mí ni en otro, proque todos somos unos y, con corta diferencia, tan malos los unos como los otros.

Diego de Torres Villarroel, Vida, Cátedra, 1980

domingo, 14 de abril de 2013

Juan Vicente Piqueras - Los dioses dentro

 
       
      
       
         
Los dioses saben más y mejor que nosotros
lo que nos hace falta. Les pedimos un hijo
y nos mandan un lobo, y no los comprendemos.

La vida los olvida. La muerte los inventa.

Y las enfermedades, como bien dijo el sabio,
son dioses que agonizan dentro de nuestro cuerpo,
su último templo en ruinas,
su refugio sin fe. Piden piedad.

Los dioses no comprenden la extraña insensatez
con que hemos decidido acabar con nosotros
acabando con ellos, el orgullo
con que los despreciamos.

Los dioses piden poco: que no los olvidemos.

Pero es mucho pedirle a una raza de esclavos
que han hecho del olvido su misión y su vida
y su razón de ser.
                            Los dioses callan,
resignados, y mueren en silencio
dentro de cada uno de sus antiguos súbditos.


Juan Vicente Piqueras, Atenas, Visor, 2013

domingo, 7 de abril de 2013

Eduardo Mitre - Pasaje

     
         
          
            
          
Un puente me deja ileso
frente a un lago y un bosque,
y entro en el más sereno
tratado de las pasiones.


Eduardo Mitre, Obra poética (1965-1998), Pre-Textos, 2012

jueves, 28 de marzo de 2013

Jesús Jiménez Domínguez


      
         
         
          
KOJI KABUTO SE DESPIDE DE SAYAKA YOMI ANTES DE PARTIR EN EL PLANEADOR
(HAIKU)



                      10 010 10 1010
                      01001 01 01 1001
                      1001110 11010010
 
                      (Transcripción:
 
 
                       Tu ojo lo dice:
                        Adiós es un país
                       siempre lluvioso.)
                            


Jesús Jiménez Domínguez, Fundido en negro, DVD EDICIONES 2007

martes, 19 de marzo de 2013

Nicanor Parra - Cartas del poeta que duerme en una silla

       
      
      
        
         
I

Digo las cosas tales como son
O lo sabemos todo de antemano
O no sabremos nunca absolutamente nada.

Lo único que nos está permitido
Es aprender a hablar correctamente.


Nicanor Parra, Parranda larga, Alfaguara, 2010

domingo, 17 de marzo de 2013

William Faulkner - ¡Absalón, Absalón!

        
           
         
          
          
Ya iba a mitad de camino por la plaza cuando lo vieron, a lomos de un caballo grande, ruano, fatigado, hombre y bestia con todas las trazas de haber sido creados a partir del aire mismo y colocados en el intenso sol de la mañana de verano de un día festivo, avanzando con trote corto; era un rostro y era un caballo que ninguno de los presentes había visto jamás, un nombre que nadia había oído, y un origen y una intención que algunos jamás llegarían a conocer. Así, en las cuatro semanas que siguieron (Jefferson era entonces poco más que un poblachón: la posada de Holston, el juzgado, seis tiendas, una herrería y unas caballerizas, una taberna que frecuentaban los buhoneros y los tratantes de ganado, tres iglesias, tal vez una treintena de casas particulares) el nombre del forastero circuló en los lugares de ocio y de negocio y en los domicilios, en acompasada estrofa y antistrofa: Sutpen. Sutpen. Sutpen. Sutpen.

William Faulkner, ¡Absalón, Absalón!, trad. Miguel Martínez-Lage, La otra orilla, 2008

domingo, 3 de marzo de 2013

Rubén Darío - Metempsicosis

        
         
          
          
         
Yo fui soldado que durmió en el lecho
de Cleopatra la reina. Su blancura
y su mirada astral y omnipotente.
           Eso fue todo.

¡Oh mirada! ¡oh blancura! y ¡oh aquel lecho
en que estaba radiante la blancura!
¡Oh la rosa marmórea omnipotente!
           Eso fue todo.

Y crujió su espinazo por mi brazo,
y yo, liberto, hice olvidar a Antonio
(¡oh el lecho y la mirada y la blancura!)
           Eso fue todo.

Yo, Rufo Galo, fui soldado, y sangre
tuve de Galia, y la imperial becerra
me dio un minuto audaz de su capricho.
           Eso fue todo.

¿Por qué en aquel espasmo las tenazas
de mis dedos de bronce no apretaron
el cuello de la blanca reina en broma?
           Eso fue todo.

Yo fui llevado a Egipto. La cadena
tuve al pescuezo. Fui comido un día
por los perros. Mi nombre, Rufo Galo.
           Eso fue todo.


Rubén Darío, Páginas escogidas, Cátedra, 1988

sábado, 23 de febrero de 2013

Georges Seferis

     
        
XXIV      
        
           
Aquí terminan las labores del mar, las labores del amor.
Aquellos que alguna vez vivirán aquí donde hemos terminado
si acaso la sangre se vuelve negra en su memoria y se rebalsa
que no nos olviden, fatigadas almas entre los asfódelos,
que vuelvan hacia las tinieblas las cabezas de las víctimas:

Nosotros que nada tuvimos les enseñaremos la calma.


Georges Seferis, Antología poética, trad. Pedro Ignacio Vicuña, Visor, 1989

domingo, 3 de febrero de 2013

Pere Gimferrer - Alma Venus

          
            
          
        
          
                                        X


Todo poema tiene un tema sólo:
cómo dice otra cosa la palabra.
Ciego y sereno vive el gavilán
en la tiniebla de palabras últimas.
Yo pisaba estas calles en los años
en que mi juventud fue loba muerta,
pero eran irrealizables, no trazadas
todavía, o trazadas e insepultas.
Me miraban con ojos de pintura
o de fotografía incandescente
aquellas calles hoy borrosas, claras,
al mismo tiempo nítidas y angostas:
están en el pasado y hoy las cruzo,
voy en pos de mí mismo ensabanándome.
Todo es un pacto de irrealidad:
la serenata del rosal del tiempo.
Al doblar esta esquina, me veré desdoblado
como en el almacén La Rinascente
una tarde en Turín hecha de yeso
en la grissalla oscura de los pórticos.
(Recordé entonces que era carnaval,
al ver luces en nieve de febrero.)
Perseguidores del perseguidor,
nos acechamos porche a porche, esquina
a esquina, zigzagueo de mercurio
que escapa entre las manos, edad mía.
Como gárgola en piazza Solferino,
me mira mi carátula de ayer.
Haber llegado al cabo de la calle:
la luna pudo detenerse al fin.
Un mosaico de voces el poema:
son todos los poemas una voz
que murmura palabras maquilladas,
el rimmel descorrido y afónica la luz,
el oleaje que, al venir, se va.
La predela de Urbino es la palabra
clausuradora de Paolo Uccello:
sombras de azogue, luz endemoniada
en el bozal del aire que llamea.
Pero no es muralla la predela;
la palabra absoluta de la alhaja,
el encerado de la claridad.

Pere Gimferrer, Alma Venus, Seix Barral, 2012



viernes, 11 de enero de 2013

Zbigniew Herbert - Por qué clásicos

          
       
        
         
        
                                                  para A.H.


                         1

En el libro cuarto de la guerra del Peloponeso
cuenta Tucídides las historia de su fallida expedición
entre largos discursos de caudillos
batallas asedios peste
tupida red de intrigas
ajetreos diplomáticos
el episodio es como un alfiler
en un bosque

la colonia ateniense de Anfípolis
cayó en manos de Brásidas
al retrasarse Tucídides con los refuerzos
por ellos tuvo que pagar a su ciudad natal
con un destierro de por vida

exiliados de todos los tiempos
saben cuál es el precio


                         2

Los generales de las últimas guerras
si se da un asunto semejante
gimotean de rodillas ante la posteridad
se glorían de su heroísmo
e inocencia
inculpan a sus subordinados
a los colegas envidiosos
y a los vientos hostiles

Tucídides dice sólo
que disponía de siete naves
era invierno
y navegó con rapidez


                         3

siempre que el objeto del arte
sea un jarrón hecho pedazos
una pequeña alma en pedazos
con gran lástima de sí misma

lo que tras nosotros quedará
será el llanto de los amantes
en algún hotelucho sucio
cuando el empapelado albea


Zbigniew Herbert, Informe desde la ciudad sitiada y otros poemas, trad. Xaverio Ballester, Hiperión, 2008