Mostrando entradas con la etiqueta Pessoa Fernando. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pessoa Fernando. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de agosto de 2013

Fernando Pessoa - Libro del desasosiego


     
   
        
   
Organizar de tal manera nuestra vida que sea un misterio para los demás, que quien mejor nos conozca, apenas nos desconozca más de cerca que los otros. Así he tallado yo mi vida, casi sin pensar en ello, pero tanto arte instintivo he puesto en hacerlo que para mí mismo me he vuelto una no del todo clara y nítida individualidad mía.

Fernando Pessoa, Libro del desasosiego, trad. Ángel Crespo, 1985

domingo, 16 de junio de 2013

Álvaro de Campos - Tabaquería (comienzo)

           
      
       
         
           
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
(...)


Álvaro de Campos, Fernando Pessoa, Antología poética, trad. Ángel Crespo, Austral, 1991

sábado, 13 de diciembre de 2008

Alberto Caeiro






También sé hacer conjeturas.
En cada cosa hay aquello que es ella y que la anima.
En la planta está fuera y es una ninfa pequeña.
En el animal es un ser interior lejano.
En el hombre es el alma que vive con él y ya es él.
En los dioses tiene el mismo tamaño
y el mismo volumen que el cuerpo
y es lo mismo que el cuerpo.
Por eso se dice que los dioses nunca mueren.
Por eso los dioses no tienen cuerpo y alma.
Sino sólo cuerpo, y son perfectos.
Sus cuerpos son sus almas
y tienen la conciencia en la propia carne divina.

Alberto Caeiro, de Poemas inconjuntos
El poeta es un fingidor, traducción de Ángel Crespo, Austral

sábado, 15 de marzo de 2008

Ricardo Reis





Bajo leve tutela
de dioses impasibles,
quiero gastar las concedidas horas
de esta emplazada vida.

Nada pudiendo contra
el ser que me formaron,
deseo que me haya el Hado al menos
dado paz por destino.

De la verdad no quiero
más que vida: los dioses
dan vida y no verdad, y acaso ni ellos
conozcan la verdad.


Ricardo Reis, Odas, de Antología poética, Fernando Pessoa

martes, 25 de diciembre de 2007

Ricardo Reis






Es tan suave la fuga de este día,
Lidia, que no parece que vivimos;
sin duda que los dioses
a esta hora nos son gratos,

En paga doble de la fe que habemos
en la verdad ausente de sus cuerpos
nos dan el alto premio
de permitirnos ser

lúcidos invitados de su calma,
un momento herederos de su modo
de la vida vivir
en un solo momento,

en un momento, Lidia, en que, apartados
de terrenas angustias, recibimos
olímpicas delicias
dentro de nuestras almas.

Sólo un instante nos sentimos dioses
por la calma, inmortales, que vestimos
y altiva indiferencia
a cuanto es pasajero.

Cual se guarda corona de victoria,
de un solo día estos laureles mustios
para tener, guardemos,
en futuro arrugado,

perenne a nuestra vista prueba cierta
de que un punto los dioses nos amaron
y una hora nos dieron,
nuestra no: del Olimpo


Ricardo Reis, de Odas