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sábado, 8 de enero de 2011

Yves Bonnefoy - Que este mundo permanezca







V


Que este mundo permanezca,
Que las palabras no sean
Un día estas osamentas
Grises, que habrán picoteado


Gritando, disputándoselas,
Dispersándose,
Los pájaros, nuestra noche
En la luz.

Que este mundo permanezca
Como cesa el tiempo
Cuando lavamos la herida
Del niño que llora,

Y cuando volvemos
A la habitación sombría
Vemos que duerme en paz,
Noche, pero luz.



Que ce monde demeure,
Que les mots ne soient pas
Un jour ces ossements
Gris, qu'auront becquetés,

Criant, se disputant,
Se dispersant,
Les oiseaux, notre nuit
Dans la lumière.

Que ce monde demeure
Comme cesse le temps
Quand on lave la plaie
De l'enfant qui pleure.

Et lorsque l'on revient
Dans la chambre sombre
On voit qu'il dort en paix,
Nuit, mais lumière.


Yves Bonnefoy, de Tarea de esperanza. Antología poética, trad. Arturo Carrera, Pre-textos, 2007

sábado, 21 de agosto de 2010

Yves Bonnefoy - ¡Que este mundo permanezca!







VIII


Y aún más: el verano
Sólo tendrá una hora
Pero que la nuestra sea vasta
Como el río.

Pues es en el deseo
Y no en el tiempo
Donde es potente el olvido
Donde la muerte trabaja.

Y mira, mi seno está desnudo
En la luz
Cuyas pinturas sombrías, indescifrables,
Pasan veloces.



Et encore: l'été
N'aura qu'une heure
Mais la nôtre soit vaste
Comme le fleuve.

Car c'est dans le désir
Et non le temps
Qu'a puissance l'oubli
Et que mort travaille,

Et vois, mon sein est nu
Dans la lumière
Dont les peintures sombres, indéchiffrées,
Passent rapides.


Yves Bonnefoy, Tarea de esperanza. Antología poética, trad. Arturo Carrera, Pre-Textos

viernes, 24 de julio de 2009

Yves Bonnefoy- La luz, transformada






Ahora ya no nos vemos bajo la misma luz,
y ya no son los mismos los ojos ni las manos.
Está más cerca del árbol, el rumor de las fuentes es más vivo,
y son, entre los muertos, más hondos nuestros pasos.
Dios, que no existes, deja tu mano en nuestros hombros,
esboza nuestra carne con tu grave regreso,
y mezcla nuestras almas al fin con las estrellas,
los bosques y los trinos, las sombras y los días.
Renúnciate en nosotros como se rasga un fruto,
anúlanos en ti. Descúbrenos
el sentido secreto de lo que es tan sencillo
y que cayó sin fuego en nombres sin amor.


La lumière, changée

Nous ne nos voyons plus dans la même lumière,
Nous n'avons plus les mêmes yeux, les mêmes mains.
L'abre est plus proche et la voix des sources plus vive
Nos pas sont plus profonds, parmi les morts.
Dieu qui n'es pas, pose ta main sur notre épaule,
Ébauche notre corps du poinds de ton retour,
Achève de mêler à nos âmes ces astres,
Ces bois, ces cris d'oiseaux, ces ombres et ces jours.
Renonce-toi en nos comme un fruit se déchire,
Efface-nous en toi. Découvre-nous
Le sens mystérieux de ce qui n'est que simple
Et fût tombé sans feu dans des mots sans amour.

Yves Bonnefoy, de Mil años de poesía europea, Francisco Rico
Traducción Enrique Moreno Castillo, BackList