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sábado, 13 de febrero de 2010

Henri Michaux







Los funerales tendrían que ser en los pantanos. Parece justo que los vivos que acompañan al muerto también lo pasen mal.


Henri Michaux, citado en La casa roja, Juan Carlos Mestre

sábado, 28 de noviembre de 2009

Juan Carlos Mestre - El mensajero de los astros






Dios para los que cantan en el pájaro.
Dios para los que tienen siete labios.

JUAN EDUARDO CIRLOT

Y sin embargo yo, Galileo Galilei, músico con vocación, he oído las moscas de la eternidad alrededor de cuanto aún es posible contar con los dedos. Tengo razones para pensar que el alma es una bola de plomo que oscila en el temor como sombra de un péndulo. Tuve motivos sin haberlos soñado. Imaginé la edad del hexágono, oí su vibración bajo los ojos de Homero. Conozco la fórmula de la nieve, en cada sótano de su geometría he alimentado una lámpara. Yo Galilei, arrodillado antes las estrellas del gorro de Merlín, abjuro de haber cavado en la realidad hasta hallar la mortaja a la novia de las serpientes. Dejo la hipótesis de mis únicos bienes al campesino de las matemáticas. Reniego de los carbones etruscos donde enciende su reino la sonrisa de cuantos permanecieron sordos. He sembrado mi falsedad en el colegio de la muerte. No hay sin embargo que valga. Quede para Guiulia Ammannati di Pescia, mi madre, la voz que maldigo, y el gesto de la torre de Pisa.

Juan Carlos Mestre, La casa roja, Calambur

viernes, 24 de agosto de 2007

Juan Carlos Mestre - Elogio de la palabra



Esta palabra no ha sido pronunciada contra los dioses,
esta palabra y la sombra de esta palabra han sido pronunciadas
ante el vacío, para una multitud que no existe.

Cuando la muerte acabe, la raíz de esta palabra y la hoja
de esta palabra arderán en un bosque que otro fuego consume.

Lo que fue amado como cuerpo, lo escrito en la docilidad
del árbol único, será consolación en un paisaje lejano.

Como la inmóvil mirada del pájaro ante la ballesta, así
la palabra y la sombra de esa palabra aguardan su permanencia
más allá de la revelación de la muerte.

Sólo el aire, únicamente lo que del aire mismo
transmitimos como testamento de lo nombrado, permanecerá
de nosotros.

La luz, la materia de esta palabra y el ruido de la sombra
de esta palabra.


Juan Carlos Mestre, de La Poesía ha caído en desgracia