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sábado, 4 de febrero de 2012

Wislawa Szymborska - Un relato empezado

                
             
                
                   
Para el nacimiento de un niño
el mundo nunca está preparado.

Nuestras naves no han regresado de Vinlandia.
El paso de San Gotardo está por cruzar.
Habrá que burlar la guardia del desierto de Thor,
abrir camino hasta el centro de Varsovia por las alcantarillas,
buscar acceso al rey Haraldo el Pella
y esperar la caída del ministro Fouché.
Sólo en Acapulco
volveremos a empezar.

Se nos ha agotado la reserva de vendajes,
de fósforos, argumentos, prensas hidráulicas y agua.
No tenemos camiones ni el apoyo de los Ming.
Con este jamelgo no sobornaremos al sheriff.
Por ahora, sin noticias de los cautivos del Khan.
Nos urge una nueva cueva más cálida para el invierno
y alguien que conozca la lengua harari.

No sabemos quién en Nínive es de confianza,
qué condiciones propondrá el cardenal duque,
qué nombres yacen aún en el cajón de Beria.
Dicen que Carlos Martel atacará  mañana.
Así las cosas, aplaquemos a Kéops,
alistémonos voluntarios,
cambiemos de religión,
finjamos ser los amigos del dux
y no tener relación alguna con la tribu de Kwabe.

Se acerca la hora de encender las fogatas.
Mandemos aviso telegráfico a la abuela de Zabierzów.
Desanudemos las correas de la yurta.

Ojalá el parto sea fácil
y el niño crezca sano.
Que sea a veces feliz
y salve a saltos los abismos.
Que su corazón tenga aguante
y su mente vigile y alcance a ver lejos.

Pero no tan lejos
como para ver el futuro.
Ahorradle este don, poderes celestiales.

Wislawa Szymborska, Paisaje con grano de arena, trad. Ana María Moix, Lumen, 2009

sábado, 19 de diciembre de 2009

Alabanza de los sueños - Wislawa Szymborska






En sueños
pinto como Vermeer van Delft.

Hablo griego con fluidez
y no sólo con los vivos.

Conduzco un coche
que me obedece.

Poseo talento
y escribo grandes poemas.

Oigo voces
no peor que los venerables santos.

Mis dotes pianísticas
os dejarían boquiabiertos.

Revoloteo como es debido,
es decir, por propio impulso.

Me precipito desde el tejado
y sé caer, suave, en el verdor.

No tengo problemas
para respirar bajo el agua.

No puedo quejarme:
he descubierto la Atlántida.

Por suerte sé despertar siempre
antes de morir.

En cuanto una guerra estalla
me vuelvo del otro lado.

Soy hija de mi época
pero no por obligación.

Hace un par de años
vi dos soles.

Y, anteayer, un pingüino.
Con meridiana claridad.

Wislawa Szymborska, de Paisaje con grano de arena, Lumen
Traducción de Ana María Moix y Jerzy Wojciech Stawomirski

jueves, 27 de agosto de 2009

Wislawa Szymborska - Monólogo de Casandra






Soy yo, Casandra.
Y ésta es mi ciudad bajo las cenizas.
Y éste es mi bastón y éstas mis cintas de profeta.
Y ésta es mi cabeza llena de dudas.

Es verdad, triunfo.
Mi cordura llegó a golpear el cielo con un rojo resplandor.
Sólo los profetas que no son creídos
tienen esas vistas.
Sólo aquellos que empezaron a hacer mal las cosas,
y todo podría haberse cumplido tan pronto
como si nunca hubieran existido.

Ahora recuerdo con claridad
cómo la gente, al verme, callaba en mitad de la frase.
La risa se cortaba.
Se separaban las manos.
Los niños corrían hacia sus madres.
Ni siquiera conocía sus efímeros nombres.
Y esa canción sobre la hoja verde...
nadie la terminó en mi presencia.

Yo los amaba.
Pero los amaba desde lo alto.
Desde encima de la vida.
Desde el futuro. Un lugar siempre hay vacío
de donde qué más fácil que divisar la muerte.
Lamento que mi voz fuera áspera.
Mírense desde las estrellas -gritaba-,
mírense desde las estrellas.
Me oían y bajaban la mirada.

Vivían en la vida.
Llenos de miedo.
Condenados.
Desde que nacían en cuerpos de despedida.
Pero había en ellos una húmeda esperanza,
una llama que se alimentaba con su propio parpadeo.
Ellos sabían qué era un instante,
fuera el que fuera
antes de que...

Yo tenía razón.
Sólo que eso no significa nada.
Y éstas son mis ropas chamuscadas.
Y éstos, mis trastos de profeta.
Y ésta, la mueca de mi rostro.
Un rostro que no sabía que pudiera ser hermoso.


De "Mil alegrías -Un encanto-" 1967 Versión de Abel A. Murcia
En amediavoz.com