lunes, 9 de diciembre de 2013

Victoria Cirlot - Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa medieval



  
   
    
Una bofetada en forma de palabra, como emblema que condensa la decisión de Erec ante el suceso imprevisto que repentinamente pone en crisis sus identidad. En medio de la más completa dicha el mundo se derrumba ante sus pies. Una bofetada en forma de palabra, como los latigazos del enano felón al principio del relato, despierta a Erec de su sueño: la realidad se ha transformado, es diferente a lo que él creía; todo lo que ha hecho hasta el momento, no sirve; es necesario ponerse de nuevo en movimiento. La veloz comprensión de lo que ha ocurrido impulsa a Erec a una también rápida determinación, a una respuesta al ataque recibido, que no puede ser otra más que la acción, lo que en la novela artúrica se simboliza a través de la salida de la corte, y por tanto del lugar de la civilización y de la colectividad, y del internamiento en el bosque, el lugar de la soledad, del riesgo y del peligro, esto es, el lugar de la aventura.

Victoria Cirlot, Figuras del destino. Mitos y símbolos de la Europa medieval, Siruela, 2007

2 comentarios:

Enide dijo...

Por mucho que uno se interne en el bosque, en soledad, siempre habrá lugar para la serendipia.
Interesante lectura.
Un saludo

Durandarte dijo...


"El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar" (María Zambrano).

Hola, Enide(!).La cita es de "Claros de bosque". Creo que ese centro siempre es hallazgo.

Saludos