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... Y si ahora todo es azul, y de un rumorsagrado, y los bosques, los pájaros,el aire, la tierra entera son una alianzade claridad, ¿no he de beber yo su fuego,no he de nutrirme hasta estar a purocon sus ardientes formas terrenales, darmesalud de savia nueva, que al alzarmecomo se alzan sus ramos y sus vuelosa lo alto de la luz, me fecundaré de trinos,de lluvias, de sol, de tarde rumorosa?¿Y no he de limpiar ahora mi vidaen el rocío que viene de los cielos?Esa será la aventura que ha de vivirmi corazón y sólo este perdermeen las cosas del mundoserá lo que me redima.Con renunciar a mí mismorenunciaré a este miedo que me extravíael fervor, a esta conciencia heridaque sólo siente vértigos y se enajena,a esta memoria en la que un oráculoantiguo cumple su amenaza de señalarmecon el destino cruel del mal sagrado.Que sólo el salir de mí me quitará esta culpay seré bendecido, al ignorarme todo,por este incendio de amor.Yo vaciaré mi alma para que al fin los serespuedan habitarme, y seré tan humildecomo una cosa humilde que sólo da piedad.En la noche calmaré mis sentidoscon la bebida profunda del silencio,con los misterios celestes de lo desconocido,mientras fuera de mí la jara brillay los luceros huelen a lluvias y a lavandas,y el azul de la una cultivamis adentros.Oh, sí, en la noche calmaré mis sentidosy me veré salvado al finde todo dolor y toda mi concienciay no tendré más sustancia que esta luz derramadadesde lo alto del cielo, que estas floressin nombre perfumando los campos,que este frágil delirio en el tiempo eternodel olivo, que este sueño de riberas del arroyoque tanto llena el alma de rumoresiguales a la vida.Sólo ésta será la realidad,sólo éste mi sueño: ser como la brisa,que vaga sin destino, tan inocente y pura,y no sentir cómo el tiempova llenando de polvo el corazónen honda soledad y sin belleza,y saber, pese a todo,que en estos árboles, que en esta agua,que en estos bancales cubiertospor la hierba, la vida encuentra pazentre los vivos y todo queda aceptado hasta la muerte.Diego Doncel, de Una sombra que pasa
2 comentarios:
Paseando por la red, buscando algún poema en la red de Diego Doncel, he topado con tu Blog. Veo que es tú única entrada. Un poema lleno de buenas intenciones, parece una poética. De ahí al Tao solo media Fernando Pessoa. Me gusta Diego, a veces. Esta vez parece que no se ha puesto demasiado expléndido. Si quieres volar un poco más alto te recomiendo a Antonio Colinas, sus últimas tres entregas son muy buenas.
Me ha impresionado Carlos Marzal, sobre todo su poema Saber de Perro. Están en Textos Sagrados, de Tusquest. Salud, y buen viaje.
Gracias, Anónimo, por tu comentario.
Diego Doncel fue un descubrimiento relativamente reciente, y "Una sombra que pasa", me pareció un buen libro.
No he leído aún "Desiertos de la luz", pero aunque sólo fuera por el poema que abre el libro, valdría la pena hacerse con "Tiempo y abismo".
En cuanto a Carlos Marzal, su voz ha encontrado el lugar de la celebración y allí se mueve como pocos.
Saludos.
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