domingo, 26 de mayo de 2013

Jules Supervielle - Un poeta


   
      
     
       
No siempre voy solo al fondo de mí mismo,
Pues arrastro connmigo a más de un ser viviente.
¿Piensan quienes entran en mis frías cavernas
Que lograrán salir tan siquiera un instante?
Como al hundirse el barco, en mi noche amontono,
Revueltos, a la tripulación y a los pasajeros,
Y en los camarotes les apago la luz de los ojos,
De los grandes abismos hago yo mis amigos.





Je ne vais pas toujours seul au fond de moi-même
Et j'entraîne avec moi plus d'un être vivant.
Ceux qui seront entrés dans mes froides cavernes
Sont-ils sûrs d'en sortir même pour un moment?
J'entasse dans ma nuit, comme un vaisseau qui sombre,
Pêle-mêle, les passagers et les marins,
Et j'eteins la lumière aux yeux, dans les cabines,
Je me fais des amis des grandes profondeurs.



Jules Supervielle, Vivir y quehacer del poeta, trad. Ramón Puig de la Bellacasa, Pre-Textos, 2009


2 comentarios:

karmen blázquez dijo...

Duro, intransitable, pero tendré que leerle, no tenía ni idea de que escribiera cosas así, los dos primeros versos y el último son maravillosos, pero a la vez dantescos..."por mí se va a la ciudad del llanto..."

Gracias y un abrazo
k

Durandarte dijo...


No lo conocía hasta hace poco. Fue ese poema el que puso sobre la pista; pero es que esos versos son magnéticos. De él escribió Michaux que "estaba tumultuosamente habitado".

Un abrazo