miércoles, 11 de julio de 2007

Czeslaw Milosz

Dádiva


El día tan feliz.
La niebla se levantó temprano, trabajé en el jardín.
Los colibríes, vuelo inmóvil, sobre la flor de caprifolium.
No había en la tierra cosa alguna que quisiera tener.
No conocía a nadie a quien pudiera envidiar.
Olvidé el mal ya pasado.
No me avergonzaba pensar que fui éste que soy.
No sentía dolor alguno en el cuerpo.
Incorporándome, vi el mar azul y las velas.


Berkeley, 1971


Czeslaw Milosz, de Poemas

2 comentarios:

Val Mendez dijo...

Gracias por pubicarlo, he perdido ese libro de poemas de Milosz, hoy me he dado cuenta cuando quería releer esta Dàdiva y la he buscado con obsesión hasta encontrate acá. Gracias

Durandarte dijo...

De nada, Val. Para estas cosas cobra sentido el blog.

Saludos