sábado, 7 de febrero de 2009

Paul Valéry






El sentido mismo del verso muy hermoso queda alterado con su traducción en prosa. Y ahí reside lo propio del verso. El sentido no es ya el mismo, y parece que no lo hemos tocado.
El verso debe tener un carácter mágico o no ser. Es el estado puro, tomado por selección, cultivado sin mezcla de errores a partir de una propiedad del lenguaje, en otro tiempo reservada a las supersticiones. La invocación mágica rimada en la Apología de Apuleyo. Todas esas aes lúgubres y cómicas.

Paul Valéry, Cuadernos
Galaxia Gutenberg

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