sábado, 16 de mayo de 2009

Tomaz Salamun - Educación






Yo vivo allí donde me quiere Dios.
No tengo ninguna voluntad propia, esto es
una estupidez, decir esto es una estupidez.
Dios me encarga todos estos encuentros.
Si tengo alguna voluntad, es como una vieja cerca de madera: se pudre.
O la quemamos, sí, la quemamos.
A veces me quedo horas y horas mirando el fuego en el hogar.
El fuego es mi hermano.
A veces respiro y casi grito de locura.
Pero en silencio, callado y en silencio, para que el placer sea grande.
El aire es mi hermano.
Pero el hermano más terrible es mi
cuerpo, que soy yo mismo.
Yo mismo soy mi hermano.
Tengo muchísimas hermanas: las gotas de lluvia.
Mis hermanas me mojan.
Ahora vivo en el paraíso, porque lo puse fuera.
Lloro, porque hay gente que no quiere vivir en el paraíso.
Es más difícil encontrar a un ser humano que una mina de oro.
A veces pienso que si los mojara, irían todos al paraíso.
Y los mojo y van al paraíso, pero después caen fuera.
La gente dice que yo les he amputado
el brazo, porque mi brazo se ha movido.
La gente me culpa.
Sufro pensando que mato.
A veces pienso que todos se han matado por mí.
Visito sus tumbas.
Ellos no lo toman a mal.
Ellos consagran a todo aquel que haya matado.
Pero yo soy liviano, muy liviano.
Cuando me muera, seré aún más terrible.
Mis pecados son mis aliados.
A veces me pongo la bufanda en la cabeza.
Y entonces camino con la bufanda en la cabeza como
un tigre en su jaula.
A su tiempo, las cadenas se rompen solas.
Y me lleva algún avión y me voy.
Adonde llegue, beso la tierra.
Ahora me imita el papa.
Pero los papas son imbéciles, yo pienso sólo en
Cristo.
Por eso tampoco quiero un jersey sobre mi piel.
Una oveja muerta duele, una oveja muerta duele.
Pero yo fui creado distinto a Cristo.
A veces Cristo me crispa los nervios.
Lo sepultaron en un campo.
El campo no da más que ceniza.
Yo doy ceniza.
Yo siempre mojo el pan con mis lágrimas.
En cambio Cristo dejó de llorar.
Si nadáramos juntos en el mar, lo hundiría.
¿Quién nada crol mejor?
¿Quién ha saltado mejor de cabeza desde las rocas en Menorca?
¿Aquel niño que era veinte años menor?
El no estaba desarrollado.
Los padres no le habían enviado a ningún buen colegio.
Me asombro cuando me encuentro con
gente tan joven que no sabe nadar rápido.
Me parece un pecado de los padres.
Varias veces lo cargué sobre mis hombros y lo lancé
al agua para enseñarle cómo saltar.
También Cristo cargaba en su cabeza a una ovejita.
Pero a Cristo lo han inundado las imágenes.
Golpeo por los frescos y grito.
Me falta presencia de ánimo.
En cambio a él, incluso los miembros que arroja, le cicatrizan.
¿Por qué no comieron su carne cuando aún era dulce?
Cuando muera, mi carne será dulce.
Si entonces no lo han de comer, me prenderé fuego ahora mismo,
¡ahora!
Quiero que comáis todo lo que he creado, aunque
luego vomitéis.
He visto gente que vomitaba y
que soñaba que me había matado.
Mis amigos me han querido cortar las venas.
Pero Dios ha sido durante toda su vida mi
amigo, por eso huí.
Estoy esperando que suceda una tragedia.
Las tragedias me calman.
Las tragedias abren todas las puertas.
Ahora, mientras escribo, fumo, sereno.
Soy de sangre fría y no tengo compasión.
Mi bondad les quiebra a los animales la tráquea de un mordisco.
Sólo los monstruos están en Dios.
Los monstruos están en Dios porque el mundo no está desarrollado.
Cuando abres el mundo, se rompe como un huevo.
En mi cuerpo hay siempre una especie de esperma.
Yo tengo que ver mi esperma.
Yo veo jardines tales que la gente
que está junto a mí enloquece.
Cuando les empieza a dar vuelta la cabeza y se desploman,
sé que empezaré a escribir.
Para mí, la gente es como perrillos que se mordisquean.
Las rosas nunca se mordisquean.
Las rosas están fijas en la tierra, en cambio yo amo todo lo que se mueve.
La rosa se mueve sólo cuando se le cae
un pétalo.
¡Los pétalos caen en mi sangre!
¡Yo soy un pétalo!
Un lince, un prado, una araña, oro, un reloj, la muerte,
padre, madre, niño, anciano, pared, rana,
cáscara de pan, viento, látigo, la blancura de la tierra,
punta, nenúfar, alambre, el aura, el norte, lo que
hay dentro de la cabeza del repollo, el torturador y el torturado,
hueso, cubo, puente, tamiz, manzana, pan,
desecho la cáscara del pan, cabeza, sello,
rodillo, árbol, relámpago, abeja, montaña,
un bebé pequeño, un bebé un poco más grande,
rocío, carnaval, balcón, tambor, fuerza
que se lava mientras come.
Yo soy un eterno géiser.
Los educo para que me escriban.

Tomaz Salamun, Selección de poemas, Visor
Traducción de Pablo J. Fajdiga

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