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Silencio, en tu sepulcro depositoroca voz, pluma ciega y triste mano,para que mi dolor no cante en vanoal viento dado ya, en la arena escrito.Tumba y muerte de olvido solicito,aunque de avisos más que de años cano,donde hoy más que a la razón me allano,y al tiempo le daré cuanto me quito.Limitaré deseos y esperanzas,y en el orbe de un claro desengañomárgenes pondré breves a mi vida,para que no me venzan las asechanzasde quien intenta procurar mi dañoy ocasionó tan próvida huida.Conde de Villamediana, Poesía impresa completa, Cátedra
2 comentarios:
"Argumentum et silentium" agonizan en su verdadera raíz en este a mi parecer excelso poema, "roca voz" y como una profecía "márgenes pondré breves a mi vida".
Magnífica elección la tuya Durandarte
Un abrazo
k
Compartimos el gusto por el Conde, aquí todo cabal renuncia, propósito doblemente meritorio para alguien como él.
Biografías al margen (pero qué biografía), entre lo mejor del Siglo.
Abrazos.
Durandarte
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