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Fragmentos de Heráclito al estrellarse contra el cielo
Heráclito vivía en un río de Éfesoencerrado en la placenta del sueñolejos de los dormidos de la riberaHeráclito tenía la barba luengay la lengua larga para lamerte mejorNo nos bañamos dos veces en el mismo ríoNo entramos dos veces en el mismo cuerpoNo nos mojamos dos veces en la misma muerteA bordo de un tonel sube el Oscuroen dirección a los rápidos rápidosa contracorriente de Parménidesy desemboca en la Biblioteca de Londrescon la barba más negra y ancestros de aireHeráclito vivía en un río de Éfesopero no se bañaba dos veces en el mismo ríoSe bañaba en la catarata de un ojoSe bañaba en su acuoso cuerpoy rielaba fluía y ondulabaParménides vivía en un bloque de hieloy se bañaba siempre en el mismo bloqueEl que purifica la manchándose con sangreel que se limpia el barro con barroen este punto trata de retomar contradiciéndosey reingresa en las llamas acuáticasen las aguas flamígeras que flameanA grupas de la luz monta en el Oscuroen dirección al gran Fuego celestea la velocidad del sentimientode los que se aman a primera vistay se destroza en astillas de hielocontra los muros del espacio finitoembarrado de estiércol y fango estelarSi Heráclito tuviera hidropesíalas clínicas se llenarían de agua las camas blancas de arroyos enfermossi Heráclito no tuviera hidropesíaY en el Corral de las Constelacioneslos animales luminosos disputanlos desperdicios de su cuerpo encalladoLa Osa chupa la miel de sus vértebrasel Pez desgarra sus carnes con algasy el Can encierra en el cielo sus huesosHeráclito vivía en el éter del cosmosy era una tempestad de aerolitosen dirección a los Mares terrestresHeráclito tenía el alma secay el vino triste y un aire soñolientoOscar Hahm, en la web: autordelasemana.uchile.cl
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