skip to main |
skip to sidebar
A SU AMADAVamos a ver, muchacha, si la rosaque esta misma mañana se vistiócon ropaje de púrpura a la luz,no habrá perdido ya al caer la tardelos purpúreos pliegues de su mantoy su color tan semejante al tuyoPero ya ves cómo en tan breve tiempo,ay, muchacha, se empieza a deshojary caen en la tierra sus bellezas.¡Oh, tú, naturaleza, cruel madrastra,pues una flor así tan sólo dura desde que sale el sol hasta la noche!Hazme caso, muchacha, mientras luzcasese esplendor que dan los años jóvenes,cuando todo es galano y recién hecho,goza tu juventud, no esperes más,pues la vejez lo mismo que a esta flormarchitará algún día tu belleza.A SA MAISTRESSEMignonne, allons voir si la roseQui ce matin avoit descloseSa robe de pourpre au Soleil,A point perdu ceste vespréeLes plis de sa robe pourprée,Et son teint au vostre pareil.Las! voyez comme en peu d'espace,Mignonne, elle a dessus la placeLas! las! ses beautez laissé cheoir!O vrayment marastre Nature,Puis qu'une telle fleur ne dureQue du matin jusques au soir!Donc, si vous me croyez, mignonne,Tandis que vostre âge fleuronneEn sa plus verte nouveauté,Cueillez, cueillez vostre jeunesse:Comme à ceste fleur la vieillesseFera ternir vostre beuaté.Pierre Ronsard, Poesía, traducción: Carlos PujolEditorial Pre-Textos
No hay comentarios:
Publicar un comentario