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VQue este mundo permanezca,Que las palabras no seanUn día estas osamentasGrises, que habrán picoteadoGritando, disputándoselas,Dispersándose,Los pájaros, nuestra nocheEn la luz.Que este mundo permanezcaComo cesa el tiempoCuando lavamos la heridaDel niño que llora,Y cuando volvemosA la habitación sombríaVemos que duerme en paz,Noche, pero luz.Que ce monde demeure,Que les mots ne soient pasUn jour ces ossementsGris, qu'auront becquetés,Criant, se disputant,Se dispersant,Les oiseaux, notre nuitDans la lumière.Que ce monde demeureComme cesse le tempsQuand on lave la plaieDe l'enfant qui pleure.Et lorsque l'on revientDans la chambre sombreOn voit qu'il dort en paix,Nuit, mais lumière.Yves Bonnefoy, de Tarea de esperanza. Antología poética, trad. Arturo Carrera, Pre-textos, 2007
4 comentarios:
No se por qué este poema me ha llevado a la chambre del poema de Rimbaud "Les étrennes des orphelins". Tal vez ante esa llamada a que este mundo permanezca
he terminado sintiendo la orfandad y nuestro destino de palabras picoteadas.
saludos,
anamaría
No recordaba ese poema temprano de Rimbaud. Es cierto: están el niño, la habitación y la sensación de desamparo. Pero este Rimbaud es aún romántico; algo que no se puede permitir Bonnefoy.
Gracias por conectarlos.
Saludos
Me da la impresión que aun este Rimbaud temprano, tenía un romanticismo algo "envenenado"... No es en lo romántico donde Rimbaud y Bonnefoy me dejan huérfana.Por lo demás, de acuerdo con su respuesta.
Gracias a Ud.
saludos,
anamaría
Todo lo romántico que pueda ser alguien que inmediatamente dinamita lo que aún quedaba de ese movimiento.
Saludos, anamaría
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