jueves, 17 de abril de 2008

Luis de Góngora - De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado





Descaminado, enfermo, peregrino
en tenebrosa noche, con pie incierto
la confusión pisando del desierto,
voces en vano dio, pasos sin tino.

Repetido latir, si no vecino
distinto, oyó de can siempre despierto,
y en pastoral albergue mal cubierto
piedad halló, si no halló camino.

Salió el sol, y entre armiños escondida,
soñolienta beldad con dulce saña
salteó al no bien sano pasajero.

Pagará el hospedaje con la vida;
más le valiera errar en la montaña,
que morir de la suerte que yo muero.



Luis de Góngora


4 comentarios:

karmen blázquez dijo...

Querido Durandarte,gracias por este Góngora de nacimiento, un Góngora congénito, unigénito ¿hijo de quién fue esta gárgola gacela?

"la confusión pisando del desierto" zócalo fue para su manto, su vida armiño y para sí con saña vapuleó a los dioses,y más sabio.

Salud Os
k

karmen blázquez dijo...

Querido Durandarte,gracias por este Góngora de nacimiento, un Góngora congénito, unigénito ¿hijo de quién fue esta gárgola gacela?

"la confusión pisando del desierto" zócalo fue para su manto, su vida armiño y para sí con saña vapuleó a los dioses,y más sabio.

Salud Os
k

karmen blázquez dijo...

Querido Durandarte,gracias por este Góngora de nacimiento, un Góngora congénito, unigénito ¿hijo de quién fue esta gárgola gacela?

"la confusión pisando del desierto" zócalo fue para su manto, su vida armiño y para sí con saña vapuleó a los dioses,y más sabio.

Salud Os
k

Durandarte dijo...

No hay nada más allá de Góngora. A este lado, de armiño viste su pastora, "contra las fieras sólo un arco mueve".
Salud,

P.