sábado, 4 de julio de 2009

Horacio






Tú te preocupas de cuál es el régimen que conviene a la ciudad y temes preguntándote angustiado qué preparativos hacen contra la Urbe los seres y Bactra, donde reinó Ciro, y el querelloso Tánais.
El dios providente del tiempo futuro oculta el desenlace bajo una noche de tinieblas, y ríe si el mortal se inquieta por lo que está más allá de su alcance.
Lo que tienes frente a ti, no te olvides de ponerlo en orden convenientemente; lo demás es arrastrado por medio de su cauce rumbo al mar Etrusco, ora va arrastrando conjuntamente piedras desprendidas, troncos arrancados y ganado y casas, no sin el fragor de los montes y del bosque cercano, cuando la violenta crecida remueve la quietud de sus aguas.
Dueño de sí mismo y satisfecho vivirá aquél que puede decir día tras día: "He vivido; mañana puede el Padre cubrir el firmamento con una negra nube o con el resplandor del sol; no podrá, sin embargo, anular lo que es del pasado, ni transformará o volvera a deshacer lo que una vez nos trajo la hora fugaz."

Ovidio, Odas III, 29
Traducción de Vicente Cristóbal López, Alianza Editorial

No hay comentarios: