domingo, 10 de agosto de 2008

Aníbal Núñez






7. EL CONDE

En todo reino por razón de estado
hay un enano lleno de ambición.
Pero sólo en aquel país de la baba
un conde sin condado –poco amigo del rey y de la plebe–
pactó con el demonio sin saberlo el diablo.
Dejaba hacer no en sus dominios (eran
ya hemos dichos, maneras de la luz):
su palacio y cabaña. Hacía por no pisar
los parterres redes, las fiestas cortesanas
–pagaba puntualmente a sus primos burgueses
rentas de hiel por miel.

De ser señor de nada tenía la recompensa
de guardar la palabra que nadie sabe oír.


EL CONDE

Ve dianas el conde que no existen
guantes donde ya no,
un cortejo nupcial en los
estanques.
Monedas acuñadas. Ya ni eso.


8. CUARZO

¡Los cazadores de ocasiones, leyes
y
y el aspaviento de los perseguidos!

9. LA MISIVA

"He vencido al Arquero. Su señuelo
dudo de que lo fuera. No mi importa
haber errado el golpe: una paloma
bien merece la fe que acaso tengas.
Iba sin armadura, mas armado
de ambigua aljaba, de blasón espejo,
a su paso, a su aire,
volando si era halcón, flechas burlando,
y, si asaetado inmune.

Ahora siento el amor quizá la brecha
que abrió el ariete en mí. Que la constancia
trueque lo que no fue en realidad.

"Tu siervo"

LA MISIVA

Un lacayo equipado
para trasponer cerros
llevó a la noble dama
un pájaro maligno
que le haga sombra al sol, daño
al océano.


Aníbal Núñez, de Cuarzo, en Obra poética


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